En el mundo de Morfeo... donde todo es posible

Todo parecía de otra realidad... no parecía ser real, pero en cierta forma lo era. Llegue al lugar citado, a la hora citada. La gente estaba cómodamente sentada en su lugar, los asistentes dando los últimos detalles... algunos corrían, otros observaban tranquilamente.
Los rayos del sol entraban por el ventiluz que daba al río e iluminaba la cara de intriga, del publico, tenían a flor de piel la incertidumbre y emoción por lo que iban a presenciar.
Entré por la puerta de atrás para no molestar, saludo a unos amigos que estaban sentados y pregunto si había empezado, me dijeron que estaba a punto de empezar. Traspaso la tela bordo y llego al salón... los veo ahí a los cuatro, no lo puedo creer.. son ellos, si si son ellos. Me quedo congelado a unos diez metros de esa ronda única. No lo puedo creer. Veo que se acerca alguien y dice: " Ese flaco seguro que quiere hablar con alguno de ustedes, Che vení que no muerden! Vení a saludar a R.W.". Me acerco... el corazón dejó de latir para transformarse en un zumbido ensordecedor. Estira su brazo para darme la mano. Observo sus brazos... son tales como los imaginaba, levanto la vista y lo veo de frente.. estrecho su mano y siento una conexión indescriptible entre el y yo. Nos quedamos hablando largo rato.. me pellizcaba para ver si no estaba durmiendo, pero nada.. seguía enfrente de el. Las ojos me iban a revalsar de la emoción.
Me doy vuelta y veo otra ronda de cuatro personas, otra ronda tan mágica como a la que yo me había incorporado. La veo a Lu hablando con G.H... pero no importaba yo estaba frente a un grande de grandes, esa persona que inspiro muchas cosas en mi vida.
La tarde caía y tenían que hacer lo que vinieron a hacer. El salón se ponía rojizo al caer la tarde, ya no se diferenciaban las caras de la gente, todo estaba listo para que suba y demuestren lo que mejor saben hacer.. trasmitir sus sentimientos, llevar a la gente a otra dimensión y dejarlos a cada uno es su Edén.
Me acerco a Lu... la abrazo, la beso, nos miramos y no podía creer lo que estaba viendo. Cuando me quiero dar cuenta, no había escuchado el reloj y tenia que irme. Me levante, me vestí. Desayuné a las corridas y salí. De nuevo a la realidad, de nuevo a la rutina... pero, quien me puede decir que lo que viví no fue real? Yo lo viví y nunca me voy a olvidar de ese momento.

Gracias R.W. por la buena onda. Nos estamos viendo algún día (o noche) en el mundo de Morfeo, donde todo es posible.